martes, 19 de julio de 2016

RECONOCIMIENTO: ¿Sólo una Foto o una Cachucha?


Luis Manuel (q.e.p.d.) se llamaba el chofer de la fábrica de muebles. Durante 14 años fue mi empleado multi-funcional: sabía plomería, herrería, electricidad, carpintería, albañilería, entre otras cosas. Como era mi “mano izquierda” (sólo detrás de mis cuatro “manos derechas”, el jefe de taller, el de pintura, el contador, y la asistente administrativa), terminó de chofer de confianza para entregar pedidos locales y la delicada tarea de cobrador.

En una ocasión teníamos un cerro de mangueras electrónicas inservibles de máquinas de soldar de microalambre.

Cada máquina de soldar de microalambre era una inversión fuerte para la fábrica. Nos había dicho el proveedor que una vez que a una manguera se le rompen los cables interiores con el uso, había que tirarla. El reponer una sola manguera costaba más de $5,000 en aquel entonces, y era una pena que se tuvieran que reponer aproximadamente cada tres años máximo por el uso normal. Según el proveedor, no había remedio alguno posible, y yo estaba resignado a disponer una cantidad de dinero para las reposiciones.

Luis Manuel, a quien le decíamos “Guicho”, un día me buscó y me preguntó que “¿cuánto le daría si le reparara las mangueras?”. Para empezar yo tenía el paradigma de que “eso no era posible” (aún cuando siempre hay que estar abiertos a cambiar de paradigmas, me parecía que era la palabra del experto contra un ayudante sin título de licenciatura). Pero Luis muy jovialmente me dijo que estaba seguro de poderlas reparar y que durarían lo mismo que nuevas. Le dije entonces que le daría $800 si eso ocurriera, pero que tendrían que durar por lo menos 6 meses, y que el jefe de taller certificara el uso de las mangueras reparadas. El pago se haría hasta después de pasados los 6 meses.

Entonces Guicho aceptó, y se quedó durante dos semanas seguidas por las tardes, y las reparó todas.

Efectivamente, las mangueras eléctricas reparadas duraron casi como nuevas, y Guicho se llevó un dinero extra para su casa y la fábrica tuvo un ahorro considerable. 

Hay mucha gente dentro de las organizaciones que tiene ideas brillantes, pero que no se les permite llevar a cabo su creatividad. O cuando se les permite, les dan una cachucha, una camiseta o un aplauso de reconocimiento. Todo eso está bien,  pero es insuficiente. 

A mi modo de ver las cosas, la gente trabaja antes que nada por dinero. El que lo hagan dentro de un ambiente de trabajo positivo, el "salario emocional" es muy positivo. Pero debe haber un SISTEMA, donde haya un porcentaje o participación para los empleados que hacen cosas especiales hacia la empresa. Que los empleados sientan que pueden ganar más para la empresa, y no que estén anclados en un sueldo fijo.

Derechos reservados, Ing. Gerardo Herrero Morales, 2016.

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