martes, 27 de septiembre de 2016



INFELICIDAD. El Desfase de Nuestra Personalidad.

En una reunión de empresarios muebleros un grupo comentaba acerca de un danés que vino a México pasados sus 50 años, con muy poco dinero y que al cabo de 3 años era un millonario exportador a Estados Unidos de cubiertas de mármol para mesas.

Se notaba una cierta envidia en los comentarios. Los muebleros se preguntaban cómo un extranjero que no sabe español, sin pocas conexiones sociales, y ya mayor, había logrado hacer tal cantidad de dinero.

Seguramente no conocían toda su historia: el empresario tiene un hijo con síndrome de Down y varias enfermedades.

Les pregunté que quién se cambiaría totalmente por él. Porque es fácil envidiar parcialmente lo bueno, pero no todo de una persona. Nadie quiso cambiar salud por dinero o tiempo por dinero.

El estar desfasados, no estar en paz con nosotros mismos, es lo que nos trae la infelicidad.
Para corregirlo debemos recordar esta simple frase:


Voy a ser feliz HOY, con lo que TENGO, con lo que SOY, en donde ESTOY.


Necesitamos los tres componentes, con dos no basta.

Una persona puede estar contenta con el dinero que tiene, contenta en el lugar que está, pero no contenta porque se siente no atractiva físicamente hablando.

Otra persona puede estar contenta con su apariencia, en el lugar que vive, pero no es feliz porque no tiene los bienes que quisiera.

Se nos puede ir la vida entera queriendo subir el factor que tenemos más bajo y nunca estaremos contentos.

Estaremos envidiando, juzgando, criticando a otros, en lugar de centrarnos en el presente y hallar felicidad con nuestras circunstancias actuales.

Se vale querer tener más, ser más y querer estar mejor. Lo que no se debería de valer es no darnos paz y estar felices, en lugar de estar insatisfechos todo el tiempo.

Derechos Reservados, 2016 Ing. Gerardo Herrero Morales.



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martes, 20 de septiembre de 2016

COMPRAS: La Secuencia Correcta



COMPRAS: La Secuencia Correcta a Seguir.

Estando en un diplomado con un grupo de gerentes de manufactura de empresas trasnacionales, salió la pregunta de qué debemos “pelear” primero en nuestras compras empresariales de productos y servicios.

Alguien comentó que para él lo primero es precio y que era lo que primero se fijaba en sus decisiones de compra. Algunos más lo secundaron. Entonces me preguntaron qué opinaba al respecto.

“Si lo más importante fuera precio… ¿quiénes de ustedes tienen a sus hijos en escuelas de gobierno?” les pregunté.

Nadie levantó la mano. “Entonces, les dije… el menor precio es algo gratuito, ¿verdad?”.

Entonces dijeron: “reconocemos que no seguimos en lo personal lo que estamos predicando a nivel empresarial.  ¿Cuál es la secuencia de los factores de compra que debemos seguir?”.

Aunque no es una “ley”, y sí una regla de carácter general, la secuencia debe ser la siguiente:

1.Calidad. Si el producto o servicio que compraste no va a resolver la problemática que tienes, vas a tener que repetir la compra. Si te cobran un producto que funciona muy bien pero algo más caro de lo que esperabas, vas a gastar un poco más de dinero, eso es todo. Lo que no se compara con tener que repetir la compra y el proceso administrativo.

2.Extras. Por ejemplo, imagina que compras una máquina para el área de producción. Los extras que podría incluirte el proveedor serían el flete, la instalación, la capacitación, el mantenimiento, la garantía, la asesoría técnica. Y eso puede quitarte muchísimos dolores de cabeza si lo quieres hacer por tu cuenta.

3.Precio. El precio debe de estar dentro de tu rango de presupuesto. Eso es adecuado para ti, y de acuerdo a una relación valor/precio razonable. Recuerda que los factores 1 y 2 son más relevantes. No esperes recibir algo muy barato y que te den calidad superior y extras. Desconfía si alguien te lo otorga. Puede ser alguna vez que lo haga, Pero no por siempre, ya que el proveedor se cansará de que lo estén exprimiendo.

Por regla general, es mejor recibir extras que descuentos. Ya que, ¿cuánto vale para ti una instalación de una maquinaria hecha por tu cuenta, en lugar que te la haga el proveedor por ti? ¿Cuántos recursos adicionales tendrías que distraer?, ¿cuántas equivocaciones puedes cometer?

4.Tiempo de Entrega. Debes planear con buena antelación tu equipo y tu lo que necesitan, para que puedan hacer comparaciones entre proveedores. Si dejan las compras importantes al último momento, caerían en carácter de urgente.  Si lo primero que mencionamos en una negociación, telefónica, presencial o por correo electrónico, es que “nos urge” el proveedor nos sentirá débiles y no estará muy dispuesto a hacernos concesiones, si es que hace alguna.

La anterior secuencia no sólo aplica a compras empresariales e industriales, sino también en el ámbito personal y familiar.

Derechos Reservados 2016, Ing. Gerardo Herrero Morales
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martes, 13 de septiembre de 2016

EL SER: El Planeta del Ego.



EL SER: El Planeta del Ego.

Existe un lugar en el universo donde hay un planeta peculiar. Los habitantes de ese planeta incorrectamente lo llaman “Tierra” y se llamaron “terrícolas”. Podrían haberlo llamado “Agua”, “Aire” o “Fuego”. No hace diferencia.





Sin embargo, el  universo lo llamó el planeta Ego y lo destinó para un propósito específico.
Algunos habitantes de ese planeta se creyeron superiores a otros.  Incluso se autodenominan “primermundistas”. Otros creen ser “tercermundistas”. Lo cual es falso. Es un solo planeta y todos los habitantes son Egonianos, sin distinción alguna.

Los Egonianos vienen en diferentes tamaños, colores y creencias. Algunos son analfabetas, otros tienen 5 títulos de maestría. Para el planeta son iguales. Mientras no trasciendan las barreras del ego: envidia, timidez, soberbia, cobardía, avaricia, temor, seguirán anclados en él.

Una manera de empezar a salir del estado del ego y pasar a otro nivel de conciencia, es sentir y creer estas frases sencillas:

“Me equivoqué”
“Tienes razón”
“Lo voy a arreglar”
“Gracias, aprecio lo que haces”
“Te amo”
“Respeto tu opinión”
“Todo lo que me sucede es para aprender”
“Toda persona que conozco me puede enseñar a ser mejor”

Derechos reservados, Ing. Gerardo Herrero Morales, 2016.

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martes, 6 de septiembre de 2016



BRANDING PERSONAL: El Show Debe Continuar.

Visualiza lo siguiente: llegas a una agencia de autos nuevos a las 7pm lleno de alegría. porque al fin has juntado dinero para hacerte de un carro nuevo que esperabas con ansia. Para ti es todo un evento, y te recibe un vendedor con cara de aburrido, apagado, como si te hiciera un favor (ya que ha atendido otras 10 personas en el mismo día y que le han dicho al final que "sólo estaban mirando"). Te sientes desatendido, incluso molesto por el recibimiento que te han dado. Eso es fácil que pueda suceder, ¿verdad?

Imagina ahora una obra de teatro donde los artistas se sienten desgastados, enfadados, (probablemente llevan 300 representaciones iguales). La función sale robótica, sin alma, cometen errores, se olvidan de sus papeles, no hacen reír en momentos de alegría o llorar en momentos de tristeza, y te preguntas si mejor te hubieras ahorrado el tiempo y la molestia de haber asistido. Entiendes, si, que a lo mejor tuvieron un mal día -todos los tenemos- , pero que fue una lástima que no se hubieran entregado cuando te tocó ir a ver la obra. En el teatro, a diferencia de otras empresas, es difícil que eso sucede. Es una parte asumida por los actores, ellos van a concentrarse en su trabajo y dar resultados consistentes, pase lo que pase.

Ahí es donde se separan los profesionales de los amateurs. Los profesionales dominan su actitud. Entrenan, se meten a su oficio o profesión y no dejan que las vicisitudes del día a día los controlen. Ellos, los profesionales, entregarán siempre un resultado óptimo, aún cuando hayan tenido una tragedia personal: el show debe continuar. El cliente es inocente de sus problemas personales. Bajo la óptica del cliente, para ellos encontrarse con nosotros es un evento, en algunos casos hasta un día de fiesta, y el profesional debe tomarlo también así, como un día nuevo totalmente, aunque pueda parecer rutinario, nunca pierden su frescura y entusiasmo.

Que tus clientes y proveedores, externos, internos y colaboradores, nunca vean en ti a alguien desmotivante, aburrido o conflictivo. Recuerda siempre la motivación con la que entraste a trabajar en una empresa, ese día fue especial para ti, y no hay razón de que cada día no lo sea.


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