martes, 13 de diciembre de 2016

Para Despegar Necesitas 300 kms por Hora.



Para Despegar Necesitas 300 kms por Hora.

Un avión de pasajeros necesita alcanzar mínimo los 300 kilómetros por hora para despegar. Podría correr cualquier cantidad de minutos en una hipotética pista larga a 299 kilómetros por hora, gastar cantidades enormes de combustible, dinero, tiempo del equipo de pilotos, pero si no llega a 300 kilómetros, toda esa cantidad de recursos es en vano.

El avión también puede llegar por un momento a los 300 kilómetros,  pero si inmediatamente después baja  la velocidad,  tampoco despegará, regresará a correr en la pista.

Se necesitan obligatoriamente, todo el esfuerzo para alcanzar los 300 kms, sostener esa velocidad por un rato para lograr el despegue, y luego incrementarla para que el avión gane altura.

Esta es una analogía de lo que nos pasa en la vida.

Algunas veces fuimos consistentes: mantuvimos  un largo tiempo una velocidad alta de 299, pero nos faltó invertir un poco más de combustible (esfuerzo, trabajo, dinero, recursos) para el despegue. Es decir, cumplimos el requisito de CONSISTENCIA (tiempo), pero fallamos el requisito del ESFUERZO (inversión de recursos, energía).

Otras veces pusimos todo el esfuerzo necesario para despegar, y luego, inexplicablemente, reducimos la velocidad. Es decir, cumplimos por ESFUERZO (recursos), pero fallamos en CONSISTENCIA (tiempo, disciplina, etc).

Este fenómeno físico lo puedes comprobar por todas partes. Para que el agua hierva debe llegar a 100 grados centígrados. A 99 grados no hierve. Si tenemos un recipiente con una llama baja y no le ponemos suficiente energía (esfuerzo), mantendremos el agua caliente, pero sin hervir. O si le ponemos suficiente energía y en cuanto hierve bajamos la llama: nos falló la consistencia (tiempo).

Si vamos a abrir un negocio hay que calcular toda la inversión inicial de dinero, espacio, maquinaria, personal (ESFUERZO) que necesitaremos durante un tiempo requerido (CONSISTENCIA) para que la empresa despegue. Si un chico quiere enamorar a una chica, debe calcular los dos factores. Si queremos aprender a tocar violín a nivel de concierto, son los mismos factores.

Cualquier proyecto u objetivo personal o empresarial, tiene que lograr el esfuerzo y consistencia para despegar. Si no hemos logrado despegar, hay que analizar en cuál de los dos factores estamos fallando. Inclusive se puede estar fallando en ambos. Esto aplica para nosotros como personas, para nuestra empresa o nuestro país.

Derechos Reservados 2016, Ing. Gerardo Herrero Morales.






martes, 6 de diciembre de 2016

PERFECCIONISMO



PERFECCIONISMO.

“Haz las cosas bien y a la primera”.

“La práctica hace al maestro”.

Seguramente las dos frases las has escuchado, ya que son comunes. Pues bien, son frases que se contraponen. Una de las dos tiene que ser más correcta que la otra.  Revisa tus propias experiencias y te darás cuenta cuál es la más irreal y cuál refleja más la realidad.

La frase de la práctica es más apegada a la realidad. Con ella nos acercamos a la perfección. Para ser un maestro debes darte permiso para intentar tu objetivo una y otra vez (no te va a salir excelente a la primera). Evita caer en el desánimo sigue intentándolo y toma nota para corregir los fallos que se presentan. La prueba y error sigue siendo un método perfectamente válido.

A mucha gente le gusta ser perfeccionista y eso está bien, siempre y cuando tomen en cuenta lo siguiente:

El perfeccionismo demanda cantidades enormes de recursos: tiempo, dinero, esfuerzo propio y personal de ayuda. Por ejemplo, imagina que un joven decide dedicarse a los clavados para competir en las olimpiadas. Requerirá gran cantidad de práctica, años inclusive, dinero para las escuelas de natación, instructor propio. Y eso implica que sacrificará otras cosas, amigos, vida social,  dinero para poner un negocio, hasta tener hijos y familia.

Si quieres ser perfecto recuerda que no lo puedes ser en todo lo que haces. Debes de ser muy selectivo. O haces bien 10 proyectos, o haces 1 proyecto perfecto. A veces es más productivo hacer 10 cosas simplemente bien, que 1 sola perfecta.

El precio de acercarnos a la perfección es muy alto. Habrá ocasiones que lo justifique y muchas otras que no. La decisión final es muy personal.

Derechos Reservados 2016, Ing. Gerardo Herrero Morales

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