Diferencia Entre una “Buena Decisión” y un “Buen Resultado”.
Vale la pena detenernos a distinguir los conceptos. La
mayoría de ejecutivos confunde los términos creyendo que son lo mismo, cuando
no lo son. Un ejemplo nos puede a ayudar a entenderlos.
Supongamos que un millonario quiere jugar una apuesta
contigo. Tienen un dado no-cargado, que se va a tirar una sola vez. Si cae
cualquier número: 1, 2, 3, 4, 5 tu ganas $10,000 pesos. Pero si cae el 6 le
pagas al millonario $20,000 pesos. Tú sí tienes los $20,000 pesos. ¿Jugarías la
apuesta?
Si dijiste que sí tomaste una “buena decisión”. La razón es
que tienes las probabilidades altamente a tu favor: 5/6 o un 83%. Y sólo 1/6 en
contra, un 17% de riesgo. (Fíjate que el millonario tiene 17% de probabilidades
de éxito y un 83% de riesgo).
Entonces un factor para saber si fue una “buena decisión” es
que las probabilidades de éxito superen con mucho a las probabilidades de
fracaso (llamado riesgo). Aun cuando
haya caído el 6 ("mal resultado") fue una "buena decisión".
Ahora supongamos que el juego cambia. Tú ganas $100,000
pesos si cae el 1, 2, 3, 4, 5 y pagas $200,000 pesos si cae el 6. Tú si tienes
los $100,000. Entonces, independientemente del número que caiga, tomaste una
“buena decisión” aun cuando pudiste haber perdido los $200,000, ya que las
probabilidades no cambiaron.
Por último, supongamos que ahora el juego es que ganas
$1,000, 000 de pesos si cae 1, 2, 3, 4, 5 y pagas $2,000,000 si cae el 6. Si no
tienes los $2,000,000 de pesos y jugaste el juego tomaste una “mala decisión”,
aun cuando haya salido cualquiera de los 5 números ganadores y hubiera sido un
“buen resultado”. Te podrás preguntar por qué si las probabilidades no
cambiaron en lo absoluto. Porque arriesgaste tu patrimonio o el de tu empresa.
Porque no tenías la cantidad para pagar si caía el 6. Lo cual nos lleva al
segundo factor en toma de decisiones: si el resultado cae dentro de la zona de
riesgo y no tienes modo alguno de salir de la pérdida.
Entonces, para concluir, una buena decisión toma en cuenta
dos factores principales. 1ero. Que tengas las probabilidades a favor. 2do. Que
puedas “vivir” si cae el resultado no deseado.
Si tú evalúas a tus ejecutivos “por resultados” es un error.
Ya que el riesgo se puede tratar de minimizar, pero jamás se podrá eliminar del
todo. Ni tú ni tus ejecutivos ni nadie puede eliminar el riesgo. Debemos
entonces evaluar a la gente por haber ponderado los 2 factores mencionados
arriba y tomando en cuenta el contexto en que se pidió al ejecutivo que tomara la
decisión. Independientemente si el “resultado fue bueno o malo”.
Independientemente de en qué número cayó el dado.
Derechos reservados 2017, Ing. Gerardo Herrero Morales
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